a17 Headquarters

viernes, enero 14, 2005

Park City

Una silueta esperaba la luz del semáforo para cruzar la calle, no era muy tarde, pero recuerdo que hacía mucho frío, yo tomaba las cosas con calma para no amedrentar a la persona que estaba delante de mí, tenía poco de haber salido del trabajo, y al ver una persona tan refinada como ella, a la espera de cruzar la calle, se me hizo un espectáculo divino. Mi mente nunca va a dejar de jugarme de la manera en que lo hace, en ese momento quería tomarla entre mis brazos y apretarla junto a mí, sentir el vaho de su aliento y el calor de sus labios a la espera de un beso. Estoy seguro que ella también lo imaginaba, solo que como la mayoría de las mujeres: son indecisas en sus pensamientos, a veces quieren algo que no quieren, en verdad son un manojo de sentimientos.

Ahora empieza a llover y yo sin sombrilla, la luna parece un espectador más mofándose de mi pesar, ahora más que nunca necesito de algo para taparme de la melancolía que invade la noche con pleniluna, ahora más que nunca necesito acordarme que no traje conmigo mi sombrilla porque sé que no me gusta andar cargando cosas, porque siempre me ha gustado andar con las manos libres para cualquier emergencia, y ni siquiera traer reloj porque siento que el tiempo me tiene atrapado, ¡caray!.

Tal vez debí escoger un trabajo menos riesgoso, y menos laborioso, dicen que cuando uno está muerto es más fácil la vida, pero yo no lo creo así, al contrario es cuando uno más trabaja, ya ni sé que pensar mi vida, mis pensamientos, mi trabajo, ella, bueno, la verdad es que me estoy ahogando en un vaso de agua y todavía ni empiezo, bueno es mi primer día, pero siento que aún así me deberían respetar un poco más, en fin ahí está ella y así es la vida, mejor seguiré pensando en sus labios.

Ella a diferencia, sí desenvainó esa largo artefacto para taparse, previsoria de las cosas no olvidó que ha estado lloviendo y que era muy probable que hoy también. Pensaba en aquel tipo que hace poco se había parado junto a ella, a la espera de cruzar la calle. Al principio no había notado su presencia, pero desde que empezó a impacientarse y a voltear a cada lado, lo pudo ver con mayor vehemencia, en ese momento pensó -qué le pasa a este tipo, no deja de buscar y buscar con mucha prisa, a la mejor es un asaltante y quiere...no mejor, no pienses eso-. Aun así qué le pasa a ese maldito semáforo ya llevo aquí parada más de 2 minutos y la luz no cambia, de seguro como siempre hay un policía manejando los semáforos, cuando será el día en que se den cuenta que crean más tráfico que lo que ya hay con sus mentados "avancele para enfrente". La verdad ya me harté, voy a cruzar porque este tipo no me dá confianza y además ya está empezando a llover, lo bueno es que con este paragüas ni los pies me voy a mojar. Bueno, allá voy, parece que ya no vienen carros.......en ese instante sentí como alguien sujetó mi brazo izquierdo, y un violento rayo atravesó el árbol de la acera de enfrente, cuando volteé, pensé que era ese tipo quien me sujetaba, pero al voltear nada más pude ver a la gente de atrás sorprendida porque el arbol cayo frente a mí.